22 de diciembre de 2013

Los 10 mandamientos para la comunicación revolucionaria

Revolución es innovación: un medio revolucionario innova en el fondo y en la forma. Ejemplo: El cine soviético, el muralismo mexicano, la trova cubana.

La comunicación revolucionaria es el sistema educativo de toda la sociedad. Ejemplo: Así como el aparato de comunicación privada sostiene el capitalismo promoviendo falsedades, vicios, codicia, consumismo, globalización y superstición, el revolucionario promoverá el socialismo transmitiendo conocimiento, valores, solidaridad, productividad, identidad y ciencia.

No repetiremos en los medios revolucionarios calumnias y mentiras de la derecha. Ejemplo: Al comentar este precepto no mencionamos ninguna de las falsedades de la oposición.

No prestaremos relieve ni resonancia a figuras insignificantes polemizando con ellas ni mencionándolas en forma saturativa. Ejemplo: En el boxeo el campeón pelea con el contendor, y no con el second. La propaganda de Colacola no dice: “No beba Sevenseven”, sino “Beba Colacola”. Algunas publicaciones culturales son Panteón de Dientes Rotos de las Reputaciones Consagradas y las Nulidades Engreidas de la derecha. Eduardo Galeano me sostiene que los compañeros cubanos han convertido a una anodina disidente en figura mundial a fuerza de mencionarla en sus bloqueados medios.

Un sistema de comunicación revolucionaria debe ser fuente continua de datos concretos, objetivos, oportunos y actualizados sobre la realidad.Ejemplo: Cuatro días después de las elecciones del 8 de diciembre todavía la página web del CNE no incluye el segundo boletín, si es que lo hubo, ni totalizaciones a nivel nacional. Un año después del arranque de la Guerra Económica, todavía no sabemos el nombre de empresas y empresarios que obtuvieron 60.000 millones de dólares preferenciales para importaciones que nunca realizaron. Cuatro años después de 2009 todavía no tenemos cifras reales del verdadero número de homicidios en Venezuela, sino una absurda encuesta dePercepción de Inseguridad la cual “percibe” que ese año ¡21.132 homicidios produjeron 19.113 víctimas! Inconcebible disparate gracias al cual nos “perciben” como el segundo país más inseguro del mundo.

No copiaremos los peores rasgos de los medios de comunicación de la ultraderecha: Ejemplo: La interrupción repetida, la cuña machacona y sin imaginación, el aumento de volumen del audio al pasar propaganda, el autosabotaje de llenar la pantalla de logos, letreros, cintillos, ventanas y ventanillas que impiden saber qué se está transmitiendo, la interrupción de la interrupción de la interrupción. No se puede transmitir un mensaje distinto del de los medios comerciales utilizando sus mismos códigos.

No dejaremos que la programación sea saboteada por una competencia de figurones pugnando por aparecer asomados en medio de los programas de mayor audiencia. Ejemplos: Sobran.

No imitaremos a la derecha en la creencia de que la figuración mediática sustituye al trabajo político. Ejemplos: Sobran.


Comunicación revolucionaria debe ser sinónimo de excelencia. Ejemplo: La izquierda dispone de la más deslumbrante mayoría de poetas, narradores, dramaturgos, guionistas, actores, cineastas, directores, documentalistas, músicos, ensayistas, pintores, muralistas, humoristas, escultores, arquitectos y analistas críticos del país ¿Por qué no utilizarlos?

Usaremos a plenitud los medios de que disponemos. Ejemplo: El pueblo desprovisto de medios improvisó en minutos una red de noticias verbales y de celulares que hizo fracasar en horas el golpe de Estado del 2002. El sistema de medios públicos debe articular en semanas una estrecha cooperación y colaboración con el de medios alternativos y comunitarios. El bolivarianismo podría usar los satélites de que dispone para articular en meses una red nacional, latinoamericana, mundial de contenidos progresistas.



19 de noviembre de 2013

Los 3 de los últimos pilares del dólar colapsan

Internacionalización del yuan, apertura de Arabia Saudita, explosión de la Unión Europea: tres de los últimos pilares del dólar colapsan.


« Era de noche y caía la lluvia; y al caer era lluvia, pero era sangre una vez caída.» Estas palabras de Edgar Allan Poe (1) se aplican a las mil maravillas al lento proceso de desarticulación mundial actual, en el que acontecimientos en apariencia anodinos (« la lluvia ») se combinan para socavar las bases del sistema internacional que está muriendo ( « sangre »). Si este proceso es lento, si los acontecimientos pueden parecer anodinos es, paradójicamente, porque la crisis actual es la primera crisis sistémica verdaderamente mundial: mucho más profunda que la de 1929, afecta a todos los países y trastoca al núcleo del sistema. La de 1929 fue una crisis de adolescencia de la nueva potencia mundial, Estados Unidos, pero con la de hoy estamos viviendo los últimos días de un condenado, y este condenado es la superpotencia que conocemos desde el 1945. Al haber se edificado la organización mundial alrededor de Estados Unidos, nadie tiene interés que se derrumbe antes de haberse desacoplado totalmente de él. Todos pretenden liberarse suavemente guardando las apariencias habituales con el fin de asegurar una transición sin sobresaltos, ello explica la lentitud con que se desarrolla la caída.

Es algo así como esos padres que intentan dejar la habitación de su bebé en punt a de pie para evitar que se despierte y el bebé vuelve a berrear: el bebé es el dólar, y los padres son indignos ya que escabullen para abandonarlo.

China domina este arte pero por todas partes vemos a otros países que abandonan paso a paso a Estados Unidos de manera más o menos sutil, por ejemplo como Arabia Saudita (2). Para la Unión Europea, casi el último bastión americanista fuera de Estados Unidos, la tarea es más ardua. Nuestro equipo anticipa que las elecciones europeas de 2014, en la que el arribo de las derechas extremas y de las fuerzas euroescépticas es inevitable, hará explotar el marco actual de la Unión Europea brindando la oportunidad para que Eurolandia se revitalice. Analizamos en detalle el caso europeo en este número del GEAB.

El acelerado ritmo de la internacionalización desacredita un poco más el papel central del dólar. La pérdida tanto del apoyo saudí que era una pieza maestra del edificio del petrodólar y de la Unión Europea como bastión estadounidense, reemplazado por Eurolandia apoyándose en el euro, constituyen una nueva amenaza para Estados Unidos. Tres de los últimos puntales esenciales del poder estadounidense desaparecerán en 2014, prosiguiendo insidiosamente la convulsión mundial.

Estados Unidos apostó a que siendo la barrera de potencial (3), entre el statu quo y el mundo de mañana demasiado dolorosa para atravesarla, los países aunque teniendo todo para ganar con una nueva organización mundial, no cruzarían el Rubicón. Es el caso, por ejemplo, de China con su montaña de dólares de reserva que no valdrán gran cosa si se mueve demasiado ostensiblemente; o también el de Arabia Saudita que perderá a un gran cliente y una seguridad garantizada si abandona a Estados Unidos. Excepto que se trate de otra cosa que un frío cálculo de costes/beneficios, para muchos de los actores los beneficios comienzan a sobrepasar los costes. Según el LEAP/E2020, la apuesta estadounidense ya se perdió.


LA IMPOSIBLE REACTIVACIÓN ESTADOUNIDENSE


Los problemas de Estados Unidos no pueden solucionarse realmente en el contexto actual ya que se encuentra ante un dilema: si la economía comienza a recuperarse, la FED debe poner fin a su programa de apoyo, pero eso producirá pánico en los mercados como ya se vio en septiembre, lo que interrumpiría la recuperación...

En realidad si un pequeño y verdadero crecimiento se insinúa en Estados Unidos, la montaña de dólares impresos por la FED y exportados a los emergentes volverá, en parte, a Estados Unidos para sacar provecho de la oportunidad, provocando una fuerte inflación y cortando de raíz la recuperación (22). Estas « oscilaciones » entre la esperanza y la desesperación continuarán hasta que la crisis se enfrente con las herramientas del mundo de ayer o hasta que una conmoción exponga la situación catastrófica. Porque no es el QE salvará la economía, ya que sus mejores resultados son mantener artificialmente con vida a los zombies económicos e inflar burbujas financieras. 



¡EUROPE HA MUERTO, VIVA EUROPA !


Resolución de los conflictos, comercio, finanzas... vemos que la brecha cada vez mayor con Occidente. Sin embargo, semejante a esa nueva ruta de la seda que relaciona Asia con Europa, esta última todavía puede cambiar a tiempo para el mundo de mañana si se las arregla para cortar el cordón umbilical con Estados Unidos, después de las elecciones de 2014, que servirán como un detonador.
Aumento de las extremas derechas y de los partidos euroescépticos, déficit democrático, peso de los grupos de presión y alejamiento de los ciudadanos, centralización bruselense, la burocracia y tecnocracia... la Unión Europea se muere (43). Según nuestro equipo, las elecciones europeas de 2014 provocarán la explosión del marco actual de la Unión y desencadenarán su repolitización, comenzando con un gran debate sobre el futuro de Europa. Aunque este replanteo ya comenzó, por ejemplo con los Verdes que presentan candidatos en todo el territorio de la Unión Europea (44), dando así inicio a una « verdadera » elección europea, o con los partidos socialistas que impulsan al muy serio candidato Martin Schultz para encabezar la Comisión (45).

Pero según el LEAP/E2020, este refundación, si se consigue, tomará tiempo, mucho tiempo, y la fecha límite real para una Unión Europea democrática es la elección de 2019. Analizamos exhaustivamente el destino de Europa en la sección Telescopio.

La Unión Europea se muere, es una Europa inspirada e infiltrada por los intereses de Estados Unidos. Es la Europa limitada a un vasto mercado común que debe continuamente expandirse. Es la Europa que se doblega ante Monsanto y se remite a los Estados miembros (46), dejando el campo libre a la multinacional estadounidense. Es el títere de las políticas anglosajonas, el tercer pilar estadounidense que se desmorona. Pero estas decisiones dictadas por el primo estadounidense pasan cada vez más difícilmente (47). Otro ejemplo es la adhesión de Turquía a la Unión Europea, determinada por el programa estadounidense y no por los ciudadanos europeos o turcos (48): ahora laboriosa, estará condenada definitivamente cuando los partidos de extrema derecha irrumpan en el Parlamento Europeo en 2014.

Pero el continente no esperará al 2019 para reorganizarse y la cuestión es que forma tomará Europa de mañana. Mientras tanto, como lo veremos en Telescopio, Eurolandia tiene la capacidad de construir un proyecto político que llene el vacío que deje la Unión Europea.


8 de noviembre de 2013

El austericidio, un proyecto político a escala internacional

El FMI vuelve a cargar con recetas que provocan motines de hambre

Pocos días antes de la Asamblea general anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco mundial que ha tenido lugar del 11 al 13 de octubre de 2013 en Washington, el FMI ha vuelto a la carga. Concretamente en el Estado español, después de haber propuesto una bajada de salarios que suscitó una reacción desacostumbrada, reclama ahora que se reduzca el listado de productos que aplican tipos reducidos de IVA, lo cual afectaría a productos y servicios considerados básicos o de primera necesidad. Una receta como ésta es lo que provocó los famosos motines de hambre, llamados también ‘motines FMI’, en el Sur del planeta, cuando el precio del pan o de la gasolina subió de golpe en una noche hasta precios inalcanzables para la mayoría de la población. Entre otros ejemplos, es el caso famoso del‘Caracazo’ en Venezuela en 1989, cuando aplicaron el Plan del FMI; o de Perú en 1991, cuando el precio del pan se multiplicó por 12 mientras los salarios empezaron a bajar; de Zimbabwe en 2000; Argentina, Paraguay y Uruguay en 2001… La lista es larga, como lo es la historia del neocolonialismo económico de la institución de Washington.
En definitiva, el FMI sigue el mismo camino del austericidio que aplica en el Sur, donde estas políticas llevan fracasando desde décadas. Más allá de algunas nuevas propuestas sobre recaudación, no hay nada nuevo en la ideología de la institución. Ya en 1999, en un informe sobre los Efectos de las políticas de ajuste estructural en el goce efectivo de los derechos humanosla Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas decía sobre los planes de austeridad en el Sur lo que podemos aplicar para la actual crisis de deuda en el Norte:
Lamentablemente, tanto el FMI como el Banco Mundial tratan la gestión de la crisis de la deuda como actividad al margen de la importante tarea del desarrollo humano. El crecimiento acelerado del producto nacional bruto (PNB) o la reducción de la inflación no puede propiciar el desarrollo si no va acompañado de una redistribución de los ingresos que permita que una mayor parte de la población ejerza sus derechos económicos, sociales y culturales.

El austericidio, un proyecto político a escala internacional
Estas políticas de austeridad del FMI, además de violar la soberanía de los pueblos, echan por tierra los derechos más básicos de las personas. La propuesta de introducir un impuesto excepcional con una tasa de un 10% sobre el capital de todas las rentas disponibles de cada hogar, sean cuales sean sus ahorros, para aliviar la deuda pública en los países europeos hasta el nivel previo la crisis de 2007, no debe llevarnos a engaño. Por cierto, nos recuerda lo que ocurrió en Chipre, aunque en aquel caso era una tasa de un 47,5% sobre todas las cuentas que dispusieran de más de 100.000 euros. Pero parece más bien una medida desesperada que llama la atención para esconder medidas reales por venir. De igual manera, cuando afirma que queda margen para aumentar tipos de impuestos en los tramos superiores de ingresos, parece que, ante el caos que generan sus medidas, tiene que bajar el tono para que su política sea sostenible…y seguir el mismo camino capitalista. De hecho, como decía el mismo informe de la ONU de 1999 antes citado, hay que entender las políticas de austeridad más bien como un proyecto político a escala internacional:
El ajuste estructural va más allá de la simple imposición de una serie de políticas macroeconómicas a nivel nacional. Representa un proyecto político, una estrategia consciente de transformación social al nivel mundial, principalmente para hacer que el mundo sea seguro para las empresas transnacionales. En pocas palabras, los programas de ajuste estructural sirven de “cinta transmisora” para facilitar el proceso de mundialización, mediante la liberalización y la desreglamentación y reduciendo la función del Estado en el desarrollo nacional.
El 9 de octubre de 2013, tras la presentación del informe fiscal del FMI, Michael Keen, director de asuntos fiscales del FMI, dijo que España “no ha recurrido demasiado al impuesto del IVA” para incrementar los ingresos. ¿Sería el caso del sector de la Cultura, en el que los libros de texto o el material escolar experimentaron un aumento del IVA de 13 puntos, del 8 al 21%? Los españoles podrán agradecer la especial atención del FMI al respecto. Después de dos subidas brutales del impuesto regresivo más injusto, bajo el gobierno del PSOE primero, y del PP a continuación, las recomendaciones del FMI son escandalosas. Quieren curar la enfermedad matando al paciente.
El FMI, en su Fiscal Monitor de octubre de 2013, muestra una repentina preocupación por reducir la deuda pública hasta niveles precrisis de 2007, sin reconocer que la deuda pública en muchos casos, el español entre ellos, se ha disparado precisamente como consecuencia del rescate a la banca. Como solución, vuelve a hacer propuestas profundamente injustas y erróneas, como el mencionado impuesto único del 10% a la riqueza de los hogares (pag49). En su argumentario, el FMI advierte de “los riesgos de las alternativas” a esta propuesta, como “el repudio de la deuda pública”, un “riesgo” que para nosotras sería un primer paso para salir de la crisis.
Desde la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, No debemos , no Pagamosdesarrollamos actividades para que la ciudadanía pueda plantear alternativas, definir criterios para calificar una deuda como ilegítima y no pagarla.

1 de octubre de 2013

Seguridad alimentaria frente a transgénicos

Agricultores, plataformas ciudadanas y organizaciones de la sociedad civil celebraron hace unas semanas la decisión de Monsanto de retirar las solicitudes de comercialización en la Unión Europea de sus semillas genéticamente modificadas. Tras enfrentarse a sus protestas y a interminables trabas burocráticas, la multinacional líder en producción de organismos genéticamente modificados (OGM) se encontró también con la oposición de la Comisión Europea, recelosa ante los riesgos que esta práctica puede suponer para la salud y el medio ambiente. Y es que muchas de las semillas que Monsanto planeaba exportar tienen modificaciones genéticas que les permiten resistir a los herbicidas convencionales. Su cultivo conlleva un uso mayor de herbicidas y más potentes, que a menudo también son comercializados por la propia multinacional. Además, las semillas transgénicas no permiten su reproducción y se han de adquirir nuevas antes de cada cosecha, lo que supone un enorme gasto que no termina de convencer a los agricultores a pesar de su delicada situación.
Lo cierto es que los transgénicos nunca han arraigado en Europa. En los últimos años, Hungría ha destruido campos de maíz genéticamente modificado; Grecia y Alemania han prohibido estos cultivos, y Francia ha vetado el uso de cualquier semilla modificada. Se calcula que en el mundo hay 170 millones de hectáreas plantadas con OGM y que apenas 100 mil se encuentran en Europa. La mayoría de ellas se ubican en España, el único país de la Unión Europeaque cultiva transgénicos a gran escala, según Greenpeace, con el 90 por ciento del maíz modificado.

Monsanto, que entró a España en 1970, ha conseguido renovar la exportación del maíz MON-810 a pesar de la decisión de la Comisión Europea. La laxitud de la legislación española, la falta de un plan agrícola claro y el apoyo ciego del gobierno, demuestran la estrecha relación entre el país y la poderosa multinacional. Blanca Ruibal, responsable de agricultura de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra, advierte que el 67 por ciento de los experimentos con transgénicos que se realizan al aire libre en Europa tienen lugar en España: “existe una gran opacidad en torno a estas prácticas. Nunca se sabe dónde están ubicados los cultivos experimentales a pesar de que hay una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que obliga a los gobiernos a comunicar dónde se encuentran. En España se oculta la información”.

Cuando Monsanto u otras empresas solicitan realizar experimentos al aire libre para probar sus productos, la mayoría de los países europeos se niega. España no, lo que lo ha convertido en un laboratorio perfecto. Tal es la docilidad del Estado español que Estados Unidos le presionaba y utilizaba para que favoreciese en Bruselas, Bélgica, la introducción de los transgénicos, como desvelan unos cables diplomáticos revelados por WikiLeaks.

Una de las tesis más esgrimidas por las compañías que comercializan con organismos modificados es que su uso puede contribuir a combatir la escasez de alimentos en el planeta. El multimillonario fundador de Microsoft y accionista de Monsanto, Bill Gates, llegó a afirmar que los cultivos transgénicos son la solución para acabar con el hambre en el mundo: un argumento que no se sostiene cuando vemos que la mayor parte de los OGM que se comercializan no se destinan a la alimentación, sino a la producción de piensos para animales.

En Argentina, principal productora de soya del mundo, más del 90 por ciento de la producción es transgénica, repartida en más de 19 millones de hectáreas de monocultivo que antes se dedicaban al ganado, a verduras y hortalizas. Miles de campesinos empobrecidos que antes vivían de labrar la tierra han emigrado con sus familias desde que Monsanto se estableció allí.

Lo mismo sucedió en India con el algodón, o en Kenia, donde una variedad de boniato transgénico introducido por Monsanto resultó ser menos productivo que el boniato convencional.

La información está derribando los muros de las oligarquías empresariales y permite conocer las consecuencias de los transgénicos para la salud y el medio ambiente. La decisión de la Unión Europea viene precedida de masivas movilizaciones en México, Argentina, Chile o Puerto Rico, protagonizadas por una ciudadanía organizada e informada que denuncia un abuso que atenta directamente contra la soberanía alimentaria, una línea roja que nunca se debió sobrepasar en favor de beneficios económicos privados.

Fuente


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30 de septiembre de 2013

Estados Unidos ya no asusta a nadie

La Asamblea General de la ONU debía estar debatiendo en estos días la materialización de los Objetivos del Milenio. Pero lo que en realidad preocupa en este momento a los diplomáticos es un tema muy diferente. ¿Sigue siendo Estados Unidos la hiperpotencia que pretendía ser desde que desapareció la Unión Soviética o ha llegado el momento de liberarse de la tutela estadounidense?


Estados Unidos estimó en 1991 que el derrumbe de su rival iba a permitirle liberar las sumas que hasta entonces había reservado a su propio presupuesto militar y dedicarlas a la prosperidad estadounidense. Después de la Operación Tormenta del Desierto, el presidente George Bush padre había empezado a reducir el formato de sus fuerzas armadas. Su sucesor, Bill Clinton, fortaleció aquella tendencia. Pero el Congreso republicano electo en 1995 cuestionó esa opción e impuso un rearme, a pesar de que no se percibía enemigo alguno en el horizonte. Los neoconservadores lanzaban así el país al asalto del mundo, con intenciones de crear el primer imperio global.

No fue hasta que se produjeron los atentados del 11 de septiembre de 2001 que el presidente George Bush Jr. decidió invadir, uno tras otro, Afganistán e Irak, Libia y Siria, y luego Somalia y Sudán para terminar con Irán, antes de volverse hacia China.

El presupuesto militar de Estados Unidos llegó a representar más del 40% del gasto militar a nivel mundial. Pero aquella extravagancia ha llegado a su fin. Ante la crisis económica, Washington se ha visto obligado a optar por el ahorro. En un solo año, el Pentágono ha licenciado una quinta parte de los efectivos de sus fuerzas terrestres, renunciando además a varios de sus programas de investigación. Ese brutal retroceso, que sólo está comenzando, ya ha desorganizado el sistema en su conjunto. Es evidente que Estados Unidos, a pesar de todo su poderío –superior al de los 20 Estados más grandes del mundo, incluyendo Rusia y China– ya no está actualmente en condiciones de librar grandes guerras clásicas.

Así que Washington renunció a atacar Siria, cuando la escuadra rusa se desplegó a lo largo de la costa mediterránea. Para utilizar sus misiles Tomahawk, el Pentágono habría tenido que dispararlos desde el Mar Rojo, sobrevolando estos Arabia Saudita y Jordania. A lo cual Siria y sus aliados no estatales habrían respondido con una guerra regional, sumiendo así a Estados Unidos en un conflicto demasiado grande para sus capacidades actuales.

En un artículo de opinión publicado en el New York Times, el presidente ruso Vladimir Putin abrió fuego al subrayar que «el excepcionalismo americano» constituye un insulto a la igualdad entre los seres humanos y no puede acarrear otra cosa que desastres. Desde la tribuna de la ONU, el presidente estadounidense Barack Obama le respondió que ninguna otra nación, ni siquiera Rusia, quería cargar con el peso que porta Estados Unidos y que si este país se dedica a estar haciendo de policía mundial es precisamente para garantizar la igualdad entre los humanos.

Esa afirmación no es nada tranquilizadora ya que Estados Unidos reafirma así que se siente superior al resto del mundo y que –a sus ojos– la igualdad entre los humanos no pasa de ser una cuestión de igualdad entre sus súbditos.

Pero el hecho es que ya se rompió el hechizo. La presidenta de Brasil, Dilma Roussef, cosechó aplausos al exigir –también desde la tribuna de la ONU– que Estados Unidos se disculpe por su espionaje contra el resto del mundo, mientras que el presidente de la Confederación Helvética denunciaba la política estadounidense de fuerza. El presidente de Bolivia, Evo Morales, habló de llevar a su homólogo estadounidense ante la justicia internacional acusándolo de crímenes contra la humanidad y el presidente serbio Tomislav Nikolic denunció la farsa de los tribunales internacionales que sólo condenan a los adversarios del Imperio, etc. Hemos pasado así de las críticas emitidas por unos cuantos Estados antiimperialistas a una rebelión internacional generalizada, a la que se suman incluso los aliados de Washington.

Nunca antes se había visto tan cuestionada la autoridad de los dueños del mundo, al menos públicamente, lo cual muestra que, después de su retroceso en Siria, ya no logran intimidar a los demás.


19 de septiembre de 2013

Putin alerta a los estadounidenses sobre las consecuencias de la política de Washington

En momentos en que Washington y París anunciaban sus intenciones de bombardear –sin mandato del Consejo de Seguridad– un Estado soberano y miembro de la ONU, Moscú optó por abrir, en primer lugar, el diálogo diplomático y por dirigirse después al pueblo estadounidense. Este modo de actuar, sin precedentes, es la mejor manera de evitar que se caldeen los ánimos. ¿Cuáles son los argumentos del presidente ruso?
En un artículo de opinión publicado en el New York Timesel 12 de septiembre de 2013, el presidente ruso Vladimir Putin expone su visión de las nuevas relaciones internacionales a la luz de la crisis siria [1].

• En primer lugar, subraya su apego a la ONU y su voluntad de lograr que Estados Unidos regrese a esa organización internacional, de la que ha venido apartándose desde la agresión de la OTAN contra Yugoslavia, en 1999. Observa que el directorio mundial conformado por las 5 potencias con derecho al veto garantiza la estabilidad del sistema a través de una limitación libremente aceptada por cada uno de sus miembros de su propio poderío. El derecho internacional se basa precisamente en esa aceptación.

• Más adelante, describe el conflicto sirio como una guerra entre el gobierno y una oposición que se define en el plano religioso y organizada alrededor de combatientes extranjeros que proclaman su fidelidad a al-Qaeda. Sobre ese aspecto, insiste en el hecho que el objetivo de la guerra en Siria no es la democracia y en que esta no constituye un objetivo para ninguno de los dos bandos.

• Sobre el ataque químico del 21 de agosto, reafirma su convicción de que se trata de una operación bajo bandera falsa perpetrada por la oposición armada para provocar una crisis internacional y una intervención en contra del gobierno. Precisa que su país dispone de información que demuestra que esa misma oposición está preparando actualmente una operación similar contra Israel. Esa presentación de los acontecimientos se ha visto confirmada posteriormente por las declaraciones de un yihadista hecho prisionero por el Ejército Árabe Sirio. El individuo reveló al canal de televisión Al-Ikbariya que él mismo trasladó hacia Damasco 13 misiles provenientes de una base del ejército turco. Sólo algunos de esos misiles fueron utilizados [2], así que quedan aún varios por utilizar en manos de los yihadistas.

• Vladimir Putin prosigue su artículo señalando que el uso sistemático de la fuerza militar por parte de Estados Unidos crea un clima general de inseguridad a nivel internacional. Al no poder contar con la protección del derecho internacional, son cada vez más numerosos los Estados que quieren dotarse del arma atómica, lo cual agrava la inseguridad internacional, creándose así un círculo vicioso. Asimismo, el apoyo de los países occidentales a los yihadistas extranjeros en Siria acrecienta la inseguridad, no sólo en esa región del mundo sino también en Occidente ya que esos terroristas acabarán regresando a sus países y luchando contra su propia sociedad. En ambos casos, la estrategia de Estados Unidos –aunque pueda parecer hábil a simple vista– acabará siempre volviéndose contra ese país y contra sus aliados de Occidente.

• Concluye el presidente ruso con un ataque frontal contra la ideología de su homólogo estadounidense. Putin denuncia el «excepcionalismo americano», que pretende que esa gran nación es diferente a las demás y que está más llamada que las otras a imponer la justicia. Esa supremacía, que corresponde a la pretensión de ser la única hiperpotencia, dotada por ende de prerrogativas que irían más allá del Consejo de Seguridad y del derecho internacional, constituye en sí misma una fuente de conflicto que ningún humano puede aceptar.

Con este artículo de opinión, Vladimir Putin revela el sentido de su política: lograr que Washington reconozca que no es, o que ha dejado de ser, el dueño del mundo y recordarle que sólo es una de las cinco grandes potencias que componen el Consejo de Seguridad y que está por lo tanto en la obligación de aceptar las reglas del derecho internacional.

Y la crisis siria parece mostrar que Vladimir Putin ha logrado su objetivo en la medida en que Estados Unidos ha renunciado, al menos por el momento, a bombardear Siria –lo cual habría constituido una nueva violación del derecho internacional. Rusia ha retomado así la función de contraparte capaz de crear un equilibrio que antiguamente ejercía la Unión Soviética. El predominio de Estados Unidos sobre el resto del mundo llega así a su fin, al cabo de un periodo de 18 años que comenzó con el rearme estadounidense –en 1995– y que está terminando en 2013 con su derrota en Siria.

Por otro lado, el presidente ruso se esfuerza también por ayudar Washington a salir del problema sirio redefiniéndolo: el gobierno sirio no está luchando contra la democracia sino en defensa de la libertad de conciencia actualmente amenazada por el fanatismo de al-Qaeda y de los grupos afiliados a esa nebulosa. Por consiguiente, los intereses de los miembros del Consejo de Seguridad convergen en que habría que respaldar al Estado sirio en su lucha contra el terrorismo internacional.

La pelota está ahora del lado de Estados Unidos. A pesar de las exhortaciones de la prensa rusa, el presidente Barack Obama no ha respondido al artículo del presidente de Rusia. De ello puede deducirse que reconoce que el punto de vista de Vladimir Putin es correcto, lo cual no quiere decir que lo acepte.

En todo caso, al poner por testigo a la opinión pública estadounidense e internacional, el presidente ruso ha deslegitimado la política belicista de Washington y ha dado a la vez un fuerte impulso a la paz.


4 de septiembre de 2013

Llamado por la paz en Siria

Importantes personalidades diplomáticas se pronuncian en contra de la lógica que hoy lleva a los occidentales a considerar la posibilidad de bombardear Siria. Ante la amenaza de guerra, varios ex altos funcionarios de la ONU proponen la negociación.

Los tambores de guerra vuelven a resonar una vez más en el Medio Oriente, esta vez con la posibilidad de un ataque inminente contra Siria después del supuesto uso de armas químicas por parte de su gobierno. Precisamente en momentos de crisis como estos es cuando los argumentos en favor de la paz son más claros y obvios.

En primer lugar, no tenemos pruebas reales de que el gobierno sirio haya utilizado armas químicas. E incluso si los gobiernos occidentales hubiesen proporcionado pruebas, estaría justificado que permaneciéramos escépticos recordando los muchos incidentes falsos o fabricados utilizados para justificar las guerras anteriores: el incidente del Golfo de Tonkín y la guerra de Vietnam, la masacre de las incubadoras de Kuwait y la primera guerra del Golfo, la masacre de Racak y la guerra de Kosovo, las armas iraquíes de destrucción masiva y la segunda guerra del Golfo, las amenazas de masacre en Bengazi y la guerra contra Libia.

Vale la pena recordar que varias de las pruebas que supuestamente indican que el gobierno sirio utilizó armas químicas son proporcionadas a Estados Unidos por los servicios de inteligencia de Israel [1], que no son precisamente una fuente neutral.

Pero aún si en esta ocasión las pruebas fuesen auténticas, eso no legitimaría una acción unilateral. Toda acción militar exige la autorización del Consejo de Seguridad. Quienes se quejan de la «inacción» de dicho Consejo deberían recordar que la oposición de China y Rusia a una intervención en Siria está en parte motivada por el abuso que hicieron las potencias occidentales de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre Libia, que acabaron realizando un «cambio de régimen» en ese país. Lo que Occidente denomina como la «comunidad internacional», dispuesta a atacar Siria, se reduce a 2 países (Estados Unidos y Francia) de los casi 200 que existen en el mundo. No es posible que se respete el derecho internacional sin un mínimo de respeto por lo que hay de decente en las opiniones del resto del mundo.

Aunque se autorizara una acción militar y se llevara a cabo, ¿de qué serviría eso? Nadie puede controlar realmente arsenales de armas químicas sin tropas terrestres, opción que nadie considera realista después de los desastres registrados en Irak y Afganistán. Occidente no cuenta realmente con un aliado fiable en Siria. Los yihadistas que luchan contra el gobierno [sirio] no sienten por Occidente más amor que los que asesinaron al embajador de Estados Unidos en Libia. Una cosa es aceptar el dinero y las armas provenientes de un país y otra muy diferente es ser su verdadero aliado.

Los gobiernos sirio, iraní y ruso han hecho propuestas de negociación que Occidente ha tratado con desprecio. Quienes dicen que «no podemos hablar o negociar con Assad» olvidan que se dijo lo mismo del Frente de Liberación Nacional de Argelia, de Ho Chi Minh, de Mao Zedong, de la Unión Soviética, de la OLP, del IRA, de la ETA, de Mandela y del African National Congres sudafricano, y también de muchas guerrillas de Latinoamérica. La cuestión no es saber si se habla o no con la otra parte, sino después de cuántas muertes innecesarias se acepta hacerlo.

Han quedado atrás los tiempos en que Estados Unidos y los pocos aliados que le quedan actuaban como gendarmes del mundo. Este mundo está haciéndose más multipolar y los pueblos del mundo quieren más soberanía, no menos.

La mayor transformación social del siglo XX fue la descolonización y Occidente tendría que adaptarse al hecho que no tiene ni el derecho ni la competencia ni los medios de gobernar el mundo.

No existe un lugar donde la estrategia de las guerras interminables haya fracasado más miserablemente que en el Medio Oriente. A largo plazo, el derrocamiento de Mossadegh en Irán, la aventura del Canal de Suez, las muchas guerras israelíes, las dos guerras del Golfo, las amenazas constantes y las sanciones asesinas contra Irak, y ahora contra Irán, la intervención en Libia no han conseguido más que agravar el derramamiento de sangre, el odio y el caos. Sin un cambio radical de política, Siria sólo podrá convertirse en un nuevo fracaso de Occidente.

El verdadero coraje no consiste en lanzar misiles crucero simplemente para hacer gala de un poderío militar que se ha vuelto cada vez más ineficaz. El verdadero coraje reside en romper radicalmente con esa lógica mortífera y, en vez de ello, en obligar a Israel a negociar de buena fe con los palestinos, en convocar la conferencia Ginebra 2 sobre Siria y en conversar con los iraníes sobre su programa nuclear, teniendo en cuenta honestamente los legítimos intereses de Irán en materia de seguridad y de economía.

La reciente votación del Parlamento británico en contra de la guerra, así como las reacciones en los medios sociales, reflejan un cambio generalizado de la opinión pública. Nosotros, los occidentales estamos cansados de guerras y estamos dispuestos a sumarnos a la verdadera comunidad internacional exigiendo un mundo basado en la Carta de las Naciones Unidas, la desmilitarización, el respeto de la soberanía nacional y la igualdad de todas las naciones.

También en Occidente los pueblos quieren ejercer su derecho a la autodeterminación: si hay que emprender guerras, debe hacerse después de un debate abierto y teniendo en cuenta preocupaciones que afecten directamente nuestra seguridad nacional, no basándonos en una mal definida noción de «derecho de injerencia» que puede ser fácilmente manipulada y que nos expone a todos a todo tipo de abusos.

Queda de nuestra parte el obligar a nuestros hombres y mujeres dedicados a la política a respetar ese derecho.

Por la paz y en contra de la intervención.
Hans von Sponeck


1 de septiembre de 2013

Las Luces contra el colonialismo

Voltaire y Rousseau. Dos filósofos, representantes de las aspiraciones de clases sociales diferentes, que cuestionaron el orden del mundo. 

Ante el predominio del hombre blanco y su religión, ellos optaban por la Razón.

Los acontecimientos que acabamos de vivir desde el 21 de agosto –el anuncio del bombardeo aliado contra Siria y su rechazo por la Cámara de los Comunes británica– no son una competencia entre grandes potencias coloniales sino que ilustran la rebelión de los pueblos occidentales contra sus propios dirigentes. Para Thierry Meyssan, los occidentales están ahora enfrentados a sus propias contradicciones: explotar al resto del mundo imponiéndole su ley o tratar de vivir en paz bajo el reino de la Razón.

Como en una tragedia griega, los occidentales que anunciaban sus intenciones de bombardeo inminente contra Siria no han hecho nada y ahora se disputan entre sí. Como decía Eurípides: «Cuando los dioses quieren destruir a alguien, empiezan enloqueciéndolo».

De un lado, los líderes de los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Barack Obama, David Cameron y Francois Hollande; del otro lado, sus propios pueblos. De un lado, la hybris (ὕϐρις), la arrogancia de las últimas potencias coloniales; del otro lado, las Luces de la Razón. Frente a ellos, los sirios, silenciosos y sufridos… y sus aliados, rusos e iraníes, a la espera.

El drama que se está desarrollando no es un enésimo episodio de la lucha por el control del mundo sino un momento crucial como no se ha visto otro en la Historia desde 1956 y la victoria de Nasser en el Canal de Suez. En aquel momento, el Reino Unido, Francia e Israel tuvieron que renunciar a su sueño colonial. Vendrían después las guerras de Argelia y de Vietnam y el fin del apartheid en Sudáfrica, pero ya se había roto el impulso que había llevado a Occidente a dominar el mundo.

Aquel sueño recobró fuerza cuando George W. Bush emprendió la conquista de Irak. Ante el declive de su propia economía e impulsadas por la creencia en la desaparición próxima del crude oil, las transnacionales estadounidenses utilizaron ejércitos aliados para reconquistar el Oriente. Durante todo un año, una empresa privada, la Autoridad Provisional de la Coalición, gobernó y saqueó Irak. Aquel sueño continuó luego con Libia, Siria y Líbano, y después sería el turno de Somalia y Sudán, antes de culminar en Irán, como reveló el general Wesley Clark, ex comandante en jefe de la OTAN.

Pero la experiencia ya vivida en Irak demostró que, aún exhausto después de los años de guerra contra Irán y de largos años de sanciones internacionales, un pueblo educado no puede ser colonizado. La diferencia de condición entre los occidentales –capaces de leer y escribir y conocedores del uso de la pólvora– y el resto del mundo ha dejado de existir. Hasta los pueblos más ignorantes ven ahora la televisión y reflexionan en términos de relaciones internacionales.

Y eso no puede dejar de tener consecuencias: los pueblos occidentales no están sedientos de sangre. Convencidos de su supuesta superioridad, se lanzaron a la conquista del mundo… y regresaron lastimados. Así que hoy se niegan a participar nuevamente en esa aventura criminal sólo por beneficiar a los magnates de la industria. Ese es el significado del voto de la Cámara de los Comunes en rechazo a la moción de David Cameron para atacar Siria.

¿Tienen los pueblos conciencia exacta de sus actos? Claro que no. Son pocos los occidentales, europeos y estadounidenses, que han entendido cómo provocó la OTAN la secesión de Bengazi y la disfrazó de revolución contra Muammar el-Kadhafi antes de arrasar el país entero con un diluvio de bombas. Son muy pocos los occidentales que han reconocido en la bandera del Ejército Sirio Libre –verde, blanca y negra– la bandera de la época de la colonización francesa. Pero todos saben que de eso se trata.

La estrategia de comunicación de Downing Street y de la Casa Blanca es de una asombrosa arrogancia. En su nota sobre la legalidad de la guerra, la oficina del primer ministro británico afirma que el Reino Unido puede intervenir sin mandato del Consejo de Seguridad de la ONU para impedir que se cometa un crimen, a condición de que su intervención se realice exclusivamente con ese objetivo y de que sea proporcional a la amenaza. Pero ¿cómo impedir que un ejército utilice armas químicas? ¿Bombardeando el país?

La Casa Blanca, por su parte, divulgó una nota de sus servicios de inteligencia que aseguran tener «certeza» sobre el uso de armas químicas por parte de Siria. ¿Fue necesario gastar más de 50 000 millones de dólares para parir una teoría del complot carente de la menor prueba tangible? En 2001 y 2003, la acusación se convertía en ley. Colin Powell podía darse el lujo de atacar Afganistán a cambio de una simple promesa de presentación ulterior de pruebas de la participación de los talibanes en los atentados del 11 de septiembre… y nunca presentarlas al Consejo de Seguridad. Podía ponerlo a oír falsas grabaciones telefónicas supuestamente interceptadas y agitar una cápsula con algo que él decía que era ántrax antes de irse a arrasar Irak… y presentar después –en vez de pruebas– sus excusas personales por aquellas mentiras. Pero hoy en día Occidente se ve ante sus propias contradicciones entre partidarios de la colonización y defensores de la Razón.

Lo que hoy está en juego en Siria es nada menos que el porvenir del mundo. Los dirigentes de los Estados occidentales, siempre en busca de ganancias y poder, ya no logran explotar más a sus propios pueblos y dirigen sus ambiciones hacia el exterior. Pero enfrentan la oposición de los representantes de sus pueblos. Los franceses votarían sin dudas igual que los británicos… si la Asamblea Nacional de Francia fuese llamada a pronunciarse. Lo mismo puede suceder en Estados Unidos cuando se consulte al Congreso.

Mientras tanto, en lugar de esforzarse por resolver sus problemas económicos internos, Washington, Londres y París rivalizan en declaraciones grandilocuentes y belicistas, devorándose entre sí sobre las ruinas de sus glorias pasadas.

11 de agosto de 2013

Yo vengo a ofrecer mi corazón..!

"Quien dijo que todo esta perdido... Yo vengo a ofrecer mi corazón"

Acudimos a este verso de Fito Páez porque refleja bien la situación que atraviesa la Revolución Venezolana.

La realidad cachetea a la Revolución y no queremos reaccionar, actuamos como el avestruz, insistimos en un suicida "palante es pallá" y seguimos caminando, cómicos, hacia el abismo anunciado.

Nos encontramos en el medio de una crisis, la oligarquía navega en los titubeos de la Revolución, cosecha en nuestros errores, manipula al pueblo humilde como lo hace desde siglos: lo vuelve contra sus redentores. Ha tomado la iniciativa política y ha atenuado la fuerza espiritual del Socialismo, que hemos convertido en una serie de medidas incoherentes, de acciones epilépticas que no emocionan. No hay objetivo estratégico, no dotamos al pueblo de razones sagradas por las cuales luchar ni las enraizamos en su corazón.
La situación hoy es muy grave, el desánimo cunde y asoma en el paisaje a pesar de los disimulos. Negarlo, buscar culpables, es errar el blanco y llevar agua al molino enemigo. Es necesario un alto en el camino y, sin miedo, buscar en la discusión seria, en la argumentación rigurosa, la salida a los problemas. 

Lo primero a revisar es la pretensión de construir Socialismo con la ayuda del capitalismo. Esta ingenuidad de pedirles que caven su sepultura está en el origen de los problemas de hoy. Veamos
La Revolución conversó con los capitalistas y desempolvó una teoría que permite justificar un pacto económico con la burguesía. Ese es el problema. Aquello no fue una simple conversación, fue una concertación, se confeccionó un plan restaurador con la excusa de elevar las fuerzas productivas. Como era previsible el capitalismo siguió siendo capitalista, buscando su ganancia, cuidando su sistema... y los problemas del gobierno socialista que puso su esperanza en los oligarcas se siguen agravando. Los burgueses no descansarán hasta derrocar a Maduro.


Entonces, ¿qué hacer?
Debemos recuperar la fuerza de la Revolución, y ésta reside en un pueblo organizado, con Conciencia del Deber Social, esto es, entendiendo que la solución de sus problemas depende de la acción social y no individual, de un pueblo donde los individuos se sientan miembros, responsables de toda la sociedad. Esta conciencia y esta espiritualidad es la única fuerza capaz de construir mundos. Esa debía ser la misión central de la Revolución.
Sin mezquindades, es la hora de ofrecer el corazón, la hora de los hornos, de las grandes definiciones, de la crítica dura. Somos privilegiados por encontrarnos en esta encrucijada de resolver nuestros problemas de manera social, juntos, de fundar un mundo donde las necesidades no sean beneficio del capital sino palanca para el crecimiento del humano, o al contrario, de regresar a la esclavitud, a la miseria espiritual y material de un capitalismo marginal que nos manipula.

La hora requiere de los gobernantes el coraje de convocar al pueblo para las grandes tareas, dirigirlo hacia el rescate del humanismo. Atreverse a romper con el fraude capitalista y sus valores mercantiles.



Caso Snowden revela la verdadera cara del gobierno de Obama

¿Qué va a hacer ahora el Gobierno «extremadamente desilusionado» de Obama, el complejo orwelliano/panóptico y el desacreditado Congreso de EEUU? 
¿Enviar un Team 6 de los Seals de la Armada, capturarlo o convertirlo en víctima de un «asesinato selectivo»?
¿Convertir Moscú en Abbottabad 2.0?
¿Enviar un drone a matarlo? ¿Envenenar su borscht? ¿Regar uranio empobrecido sobre su nueva casa? ¿Establecer una zona de exclusión aérea sobre Rusia?

  


A Edward Snowden, con su nuevo estatuto legal en Rusia, simplemente no se le puede entregar a la chusma «linchadora» de Bradley ManningLegalmente, ahora Washington es tan impotente como una niña tribal pastuna frente a un misil Hellfire. Por no mencionar al Presidente de EE.UU. (POTUS) orgulloso de su pedigrí de derecho constitucional –a pesar del reciente pisoteo en serie de la Constitución de EE.UU. y del derecho internacional– que no parece haber comprendido el mensaje.

Barack Obama prácticamente gritó como un loco al presidente ruso Vladimir Putin que tenía que entregarle a Snowden «según el derecho internacional». Putin le dijo repetidamente que eso no ocurrirá.

Obama incluso llamó por teléfono a Putin. Nada. Washington incluso obligó a sus perritos falderos europeos a interferir en el plan de vuelo del avión del presidente de Bolivia, Evo Morales. Peor todavía. Moscú se ajustó a la ley rusa y finalmente concedió asilo temporario a Snowden.

La saga de Edward Snowden ha puesto sobre su cabeza la hidra de la doctrina de Dominación de Espectro Completo del Pentágono. No solo porque ha humillado a todo el aparato de seguridad estatal de EE.UU., sino también por reventar el mito de la Dominación de Espectro Completo de POTUS.

Obama se reveló una vez más un político mediocre y un negociador incompetente. Putin lo devoró como un suculento plato de huevos benedictinos. Glenn Greenwald infligirá la muerte mediante mil filtraciones, porque está a cargo del cofre del tesoro digital de Snowden. Y Snowden tomó un taxi y abandonó el aeropuerto bajo sus propias condiciones.

Capas y más capas de matices se han capturado en esta fascinante discusión en el blog de Yves Smith, imposible de encontrar en los medios corporativos occidentales. En cuanto a POTUS, todo lo que le queda es la probabilidad de boicotear una reunión bilateral con Putin el próximo mes, al margen de la cumbre del G20 en San Petersburgo. La palabra patético no alcanza para describirlo.



Lo hice a mi manera

¡Qué impulso para la buena literatura!; Snowden pasó la mayor parte de su tiempo en la sección de tránsito del aeropuerto leyendo Crimen y Castigo de Dostoievski, una colección de historias de Chejov, una historia del Estado ruso del historiador del Siglo XIX Nikolai Karamzin, y aprendiendo el alfabeto cirílico.

Tomó un taxi hacia la luz cuando se fue de Sheremetyevo, junto a Sarah Harrison de WikiLeaks. Puede haber ido a un piso franco del FSB sin la menor posibilidad de que los agentes de la CIA en Moscú lo encuentren, aunque su abogado dijo que elegiría su sitio de residencia y forma de protección. Su padre Lon podría visitarlo pronto. Incluso su autodeclarada amiga, «súper heroína del baile del caño» Lindsay Mills, podría reaparecer pronto.

Cómo debe de haber disfrutado al terminar el angustioso juego de la espera al tener la última palabra, como en su declaración publicada por WikiLeaks: «Durante las últimas ocho semanas hemos visto que el Gobierno de Obama no muestra ningún respeto por el derecho internacional o nacional, pero finalmente gana la ley. Agradezco a la Federación Rusa que me haya concedido asilo de acuerdo con sus leyes y obligaciones internacionales».

Desde el punto de vista legal Snowden puede trabajar, y ya ha recibido una oferta del fundador de Vkontakte (el Facebook de Rusia), Pavel Durov, de incorporarse a su «equipo estelar de seguridad». En el año 2018 tendrá derecho a la ciudadanía rusa. Prometió a Putin que no filtrará «información que pueda dañar a EEUU», la condición esencial para que se le concediera el asilo. Pero no tiene que hacerlo: Greenwald tiene todo desde esos apasionantes días iniciales en Hong Kong. ¿Qué va a hacer Washington? ¿Convertir el apartamento de Greenwald en Rio en una boda pastuna?

La oportunidad no podía ser más dramática. Snowden finalmente aterrizó en Rusia inmediatamente después de que Greenwald revelara los detalles de XKeyscore [1], subrayando una vez más que la opinión pública estadounidense, los medios de EE.UU. y su inmensamente inepto Congreso no tenían la menor idea de la dimensión total del alcance de la NSA. ¿Quién habla de «controles y equilibrios constitucionales»?

Tiene que haber una seria falla imprevista en el coeficiente intelectual colectivo de esa gente. El Gobierno de Obama así como el complejo orwelliano/panóptico están consternados porque simplemente no pueden impedir miles de filtraciones. Este cronista es uno de los que sospechan que la NSA no tiene la menor idea de lo que Snowden, como administrador de sistemas, pudo descargar (especialmente porque alguien con sus habilidades puede borrar fácilmente los indicios de acceso).

Incluso el máximo robot de la NSA –el general Keith Alexander– admitió oficialmente que la NSA no sabe cómo se las arregló Snowden. Podría haber dejado un bug, o haber infectado el sistema con un virus. Es posible que la diversión ni siquiera haya comenzado.


Veamos al inepto POTUS al final de su mandato


Reconozcamos el mérito a algunas latitudes cínicas, como en Suramérica, donde la gente ha bromeado durante años diciendo: «los gringos espían todo lo que hacemos». Internet, después de todo, fue originalmente un programa militar estadounidense. El profesor John Naughton de la Universidad Abierta de Gran Bretaña va un paso más lejos [2] subrayando que «los días de Internet como una red verdaderamente global están contados». Lo que nos espera es la balcanización, subredes geográficas gobernadas por EE.UU., China, Rusia, Irán, etc.

Naughton también subraya que EE.UU. y otras subpotencias occidentales han perdido su legitimidad como gobernadores de Internet. Para completarlo ya no existe la «agenda de libertad de Internet», como pregona el Gobierno de Obama.

La obsesión de este Gran Hermano por la vigilancia, rastreo, monitoreo, control y descodificación prácticamente de todo lo que hacemos por medios digitales conduce a estupideces monumentales como las búsquedas en Google que atraen a agentes armados del Gobierno de EE.UU. a una casa. Y encima el «paraíso de la paranoia» no ha librado a Washington de las tremendas palizas de Afganistán e Irak ni previó la crisis financiera de 2008. Aunque quizá lo hizo y las elites que manejaron toda esa información confidencial la aprovecharon magníficamente.

Por el momento, lo que tenemos es un complejo orwelliano/panóptico que persistirá con sus poderes fuera de control, un populacho afásico, un hombre tranquilo e invisible entre una multitud moscovita y un POTUS consumido por una rabia ilimitada. Cuidado. Podría sentir la tentación de azuzar al perro (de la guerra).

12 de julio de 2013

Hola. Mi nombre es Ed Snowden

La declaración de Edward Snowden ante los defensores de DD.HH en Moscu.

"Hola. Mi nombre es Ed Snowden. Hace un poco más de un mes, tenía familia, un hogar en el paraíso, y vivía en una gran comodidad. También tenía la capacidad sin ninguna orden buscar, captar y leer sus comunicaciones. Comunicaciones de cualquier persona en cualquier momento. Ese es el poder de cambiar los destinos de las personas.

También es una grave violación de la ley. Las Enmiendas Cuarta y Quinta de la Constitución de mi país, el artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y numerosos estatutos y tratados prohíben este tipo de sistemas de vigilancia masiva y penetrante. Si bien la Constitución de EE.UU. marca estos programas como ilegales, el Gobierno de mi país argumenta que las decisiones judiciales secretas, que al mundo no se le permiten ver, de alguna manera legitiman un asunto ilegal. Estas decisiones solo corrompen el concepto más básico de la justicia: que debe ser visto para ser hecho. Lo inmoral no puede hacerse moral a través del uso de la ley secreta.

Creo en el principio declarado en Núremberg en 1945: "Los individuos tienen deberes internacionales que superan las obligaciones nacionales de obediencia. Por lo tanto los ciudadanos tienen el deber de violar las leyes nacionales para prevenir que ocurran crímenes contra la paz y la humanidad".

Por lo tanto, hice lo que consideré correcto y comencé una campaña para corregir esta mala conducta. Yo no busco enriquecerme. Yo no trato de vender secretos estadounidenses. Yo no me asocié con ningún gobierno extranjero para garantizar mi seguridad. En vez de esto, llevé lo que sabía al público, para que lo que nos afecta a todos pueda ser discutido por todos nosotros a la luz del día, y le pedí al mundo justicia.

Esa decisión moral de contarle al público sobre el espionaje que nos afecta a todos nosotros ha sido costosa, pero era lo correcto y no me arrepiento.

Desde entonces, el Gobierno y los servicios de inteligencia de los Estados Unidos de América han tratado de hacer de mí un ejemplo, una advertencia a todos los que puedan hablar como yo. He sido hecho apátrida y perseguido por mi acto de expresión política. El Gobierno de los Estados Unidos me ha puesto en las listas de prohibición de vuelos. Exigió a Hong Kong que me pusiera fuera del marco de sus leyes, en violación directa del principio de no devolución, el Derecho de Gentes. Se ha amenazado con sanciones a los países que defendieran mis derechos humanos y el sistema de asilo de la ONU. Incluso se ha dado el paso sin precedentes de ordenar a aliados militares a hacer aterrizar el avión de un presidente latinoamericano en busca de un refugiado político. Estas escaladas peligrosas representan una amenaza no sólo a la dignidad de América Latina, sino a los derechos fundamentales compartidos por todas las personas, todas las naciones, a vivir libres de la persecución, y de buscar y recibir asilo.

Sin embargo, incluso ante la cara de esta agresión históricamente desproporcionada, los países de todo el mundo han ofrecido su apoyo y asilo. Estos países, entre ellos Rusia, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador tienen mi gratitud y respeto por ser los primeros en estar en contra de las violaciones de derechos humanos cometidas por los poderosos en lugar de los sin poder. Al negarse a comprometer sus principios frente a la intimidación, se han ganado el respeto del mundo. Tengo la intención de viajar a cada uno de estos países para extender mi agradecimiento personal a su pueblo y sus dirigentes."


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/99857-snowden-presentar-solicitud-asilo-rusia


10 de julio de 2013

Evo: acto de guerra

Lo de Evo Morales fue un acto de guerra. ¿Qué tal si la soberana Austria no autoriza el aterrizaje?

Portugal, Italia y Francia, que ya no es la de De Gaulle, son colonias lo suficientemente arrastradas para someterse a una orden imbécil, pirata, convulsiva y criminal. Si François Hollande actúa así en Siria ¿qué es una ruindad más? Otro esperpento jurídico del Imperio: detienen 14 horas a Evo por algo que no hizo pero que hubiera podido haber hecho y que no es delito: dar asilo. Retorcido juicio de intención. Después Hollande dijo que al enterarse de que era un avión presidencial dio permiso para el sobrevuelo. ¿Es un cínico o un bolsa? Es por una duda que tengo. No olvidar que Europa es un continente ocupado militarmente por los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. Centellean bases militares gringas por doquier.

En 1929 la Unión Soviética expulsó a León Trotsky. Se refugió en Büyükada o Prinkipo, Turquía. Escribió allí el final de su autobiografía: «El planeta sin visa», porque solo México lo recibió (http://www.marxists.org/espanol/trotsky/1930s/mivida/46.htm). Igual podría declarar Edward Snowden desde su cautiverio virtual en el Aeropuerto Sheremétievo de Moscú (esto lo escribo al amanecer del 4 de julio). Pocos lo acogen y no sé para qué lo quiere la Alemania de Merkel, que «estudiará» su solicitud. Sigo con dudas.

Snowden es un agente con experiencia. No debe haber tomado con ligereza la decisión de denunciar el planetario espionaje de la Dictadura Global sobre tu intimidad. Al parecer aún tiene partituras que cantar. Son barruntos, aclaro, no sea que ahora la excitable CIA me investigue por una conjetura intrépida. Es decir, apreciado agente de la CIA que me lees: Divago que un experimentado investigador no toma decisiones a la ligera, sobre todo Esa Decisión: el revés de inteligencia más severo del Imperio desde Watergate y Wikileaks (http://www.aporrea.org/medios/a114568.html).

España ofreció aceptar a Evo a condición de revisar el avión, como exigió el comandante Arrechera el 12 de abril de 2002 con la Embajada de Cuba. ¿Casualidad? Otra duda que tengo. Luego lo dejó aterrizar en Canarias, con actitud obsequiosa, según narró Evo. «Lo importante es que Snowden no va en ese avión, por tanto todo este debate que se ha producido, pues al final es un poco artificial» (http://www.20minutos.es/noticia/1862071/0/rajoy/avion-evo-morales/snowden/). Un poco nada más.

¿Tan débil está el Imperio que lo asusta tanto la deserción e infidencia de un agente? Siguen mis dudas. Porque el Imperio está dispuesto a un acto de guerra intenso como el asesinato de un jefe de Estado para recuperar a ese agente. Está nervioso. Se entiende: «EE.UU. no teme a los informantes, sino a tener una sociedad informada», ha dicho Snowden (http://www.cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/18896-snowden-eeuu-no-teme-a-los-informantes-sino-a-tener-una-sociedad-informada).

¿Cómo se echan esa vaina Assange y Snowden? Más dudas. Porque saben el incalculable lío en que están. Y para siempre. Hubo desertores anteriores, Philip Agee en 1968, por ejemplo, que pasó el resto de su vida con ese escaparate al hombro, hasta su fallecimiento en 2008 en Cuba por una úlcera perforada.

Mis conocimientos de espionaje no van más allá de algunas magníficas novelas de Len Deighton y otras también buenísimas de otro británico, Ian Fleming, el creador de Bond, James Bond. Las de Bond son tan divertidas como pésimas para saber de espionaje porque un espía no corretea en un flamígero Aston Martin con una catira aparatosa. Un espía real pasa desapercibido. Raro porque Fleming fue espía.

Sigo especulando y que me perdone Samán: una deserción debe producir un desastre: una task force averigua o conjetura cuánto sabía el escapado, hay que proteger gente, cambiar rutinas, manuales. Y lo peor es lo que no se sabe y el agente sí.

Es eso, creo, lo que tiene nerviosilla a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Y si eso le hacen a Evo ¿qué quedará para ti y para mí? No nos salvamos ni siendo pitiyanquis.


Por Roberto Hernandez Montoya

17 de junio de 2013

La dialéctica de las pistolas

El fascismo siempre ha sido el último recurso de la burguesía en tiempos de crisis

1 La noche del pasado 15 de abril, el carpintero y militante del Psuv José Luis Ponce fue asesinado de un disparo en la cabeza. Regresaba a su casa luego de impedir que unas personas, estimuladas por el discurso del candidato Henrique Capriles pidiendo a sus partidarios descargar su “arrechera” -esa fue la expresión que usó- por el anuncio del Consejo Nacional Electoral declarando triunfador en las elecciones del 14-A a Nicolás Maduro. El hecho ocurrió en el sector La Limonera, Baruta, y el autor material, Carlos Serrano, fue detenido y acusado por el Ministerio Público de homicidio calificado, tanto en el caso de Ponce como en el de la dirigente del mismo partido Rosiris Reyes. También la Fiscalía acusó de homicidio intencional por la muerte de Hender Bastardo en Cumanacoa (Sucre), a los hermanos José y Rodrigo Hernández. Igual en el municipio Córdova (Táchira), donde José Galvis, Joel Contreras y José Omar León fueron imputados por el homicidio calificado de Henry Rangel La Rosa. En ese estado también fueron imputados Alberto Díaz Galvis e Ibsen Colmenares por la muerte del oficial de la Policía Nacional Bolivariana Keler Guevara. Igual avanza la investigación del asesinato de tres personas en Zulia -entre ellas un niño-, arrolladas con premeditación por el conductor de un camión, y de una persona fallecida a consecuencia de un balazo en la cara, cerca del CNE en el estado. Las víctimas de la violencia que desató el mensaje del excandidato opositor fueron once, y setenta heridos, además de los daños materiales a instalaciones públicas y locales del Psuv.

2 Todo indica que la impunidad, heredada de la IV República, está teniendo respuesta. No en la proporción en que el país aspira, es decir, respuesta rápida e implacable, como debe ser la justicia en democracia. Mas lo cierto es que empieza a verse la luz en el túnel. El papel que cumple el Ministerio Público, dirigido por Luisa Ortega, es determinante en el viraje hacia la responsabilidad y adecentamiento de las instituciones. Reflexionando sobre el dinamismo y coraje que se le imprime hoy por hoy a ese despacho, dije ante un grupo de trabajo que si durante la sórdida etapa puntofijista se hubiese contado con un accionar como el actual, se habría salvado la vida, o evitado la tortura y desaparición, a miles de compatriotas.

3 Hoy más que nunca, tanto el Estado como la sociedad requieren de recursos legales e instituciones sólidas y eficaces para enfrentar una manera de hacer política que se abre paso en el país, apuntalada en el delito y la violencia. El abordaje del tema, en esencia político, como todo cuanto hoy ocurre, es apremiante. ¿A qué me refiero? A que en la sociedad venezolana -al igual que en otras en el mundo- hay una oscura zona de irracionalidad donde se refugia la violencia de un sector social que adopta peculiares formas de acción cuando presiente el peligro. Se trata del fascismo. Latente en tiempo de normalidad, cuando los factores que lo integran no se consideran amenazados, pero capaz de irrumpir con virulencia cuando las circunstancias lo ameritan.

4 El fascismo en países europeos, al igual que en latinoamericanos, tiene diversas expresiones. Pero hay una constante en el fenómeno -en Alemania, Italia; en Francia, Bélgica, Noruega, los Balcanes ocupados, así como en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay. El fascismo siempre ha sido el último recurso de la burguesía en tiempos de crisis. Cuando el sector social, político y económico que detenta el poder es desplazado, opta por reaccionar pateando las reglas de juego. Lo vivió en agraz Venezuela en los años 2002-2003 con el golpe del 11-A, el paro petrolero y el terrorismo. Sólo que ese sector no logró el cometido de retornar para abolir las conquistas de la revolución bolivariana. Pero la tendencia se mantuvo expectante. Consciente de que la repetición del formato de los años de la conjura abrileña fracasaría otra vez, optó por asumir la vía del sufragio. Siempre en la cuerda floja, avanzando sobre ella y manteniendo, simultáneamente, como objetivo la desestabilización tanto en el discurso como en los hechos.

5 Ahora la oposición, cuando la vía electoral le reporta beneficios -pero no suficientes para imponerse en las urnas-, entrega la conducción a un grupo fanático, cultor de la violencia, para el cual la legalidad es una banalidad o un estorbo, que aplica con descaro una política que le permite columpiarse entre la actividad legal y la ilegal. La mención, al comienzo de la columna, del asesinato de once militantes y setenta heridos del Psuv, de asaltos a locales públicos y casas de partido, hechos promovidos con un lenguaje irascible, provocador, sin precedente en el país; es decir, la manifestación rampante de un activismo inspirado en los códigos que el fascismo dejó como legado siniestro -revivido periódicamente feroz resentimiento clasista-, guarda relación con la prédica de José Antonio Primo de Rivera en la España acosada por el fantasma de la guerra civil. El fundador de la Falange comandó a un grupo de jóvenes agitadores políticos que actuaba en representación de una clase social asustada con la crisis y el estímulo de la derecha autoritaria, con el propósito de crear condiciones para un levantamiento militar. Primo de Rivera dijo entonces, en un discurso en el Teatro La Comedia de Madrid: “Si nuestros objetivos han de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de la comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria”.


6 La “dialéctica de las pistolas” funciona ya en Venezuela. El pasado 15 de abril el país vivió una demostración contundente de ese tipo de violencia, que el mismo sector político-social llevó a cabo mediante el mensaje y la acción el 2002 con el golpe del 11-A, el petrolero y la guarimba en las calles. Acciones de las que nunca se arrepintió y que, por el contrario, reivindica con nostalgia. Ese sector pretende repetir el formato. Por eso desestima o, simplemente, no le importan los once muertos, los setenta heridos y los daños a propiedades del Estado y partidistas. A lo sumo, los autores intelectuales afirman con cinismo que la cifra es irrelevante ante el número de víctimas que provoca el hampa. Pero la condición infrahumana, la miseria de quienes alentaron ese episodio, premonitorio de lo que tienen planeado; de la disposición irreductible de utilizar el atajo de la subversión para llegar a donde sea necesario, se refleja en lo siguiente: Un entrevistador del canal Telemundo -José Díaz Balart- le preguntó a Capriles acerca de lo dicho por el canciller Jaua a funcionarios de EEUU sobre su responsabilidad (la de Capriles) en las 10 muertes causadas por la violencia de su discurso después de la elección de Maduro, y el excandidato respondió: “¡Nos tiene sin cuidado lo que diga!”. La vida humana tiene sin cuidado a Capriles -¿y a sus seguidores? Once muertos no dan ni para una aclaratoria. No importa sacrificar la vida humana en el altar de la irracionalidad política, impuesta -como dijera el fascista español- con la “dialéctica de las pistolas”. El fenómeno del fascismo en Venezuela ya no es posibilidad sino realidad; no es ficción, sino concreción de un pensamiento, en apariencia anacrónico, pero que subyace como respuesta al miedo letal de un sector social que avanza a través del entramado institucional y la quiebra de valores fundamentales. 


Es este el mayor desafío que hoy enfrenta la democracia venezolana. Que, además, tiene nombres y apellidos.
José Vicente Rangel



8 de junio de 2013

La prensa vende mentiras a la gente

Espantajos como las armas de destrucción masiva, la falsificación de la Plaza Verde de Trípoli, las mil campañas de descrédito, etc., nos dicen que no es posible creer nada al totalitarismo mediático mundial. ¿Para qué sirven entonces esos medios? Obviamente para manipular, que no es poca cosa. Pero hay algo peor.

La manipulación no solo descamina con informaciones que cuando no son falsas son trivializadas. Es decir, nos desbordan de datos sobre la realeza, las burguesías, las farándulas, los lujos, las cancioncitas, los chismes. Y aun tratándose de noticias importantes, protestas, guerras, la información es escamoteada, banalizada, abaratada y casi siempre distorsionada. Han ido cayendo uno a uno los medios que alguna vez tuvieron prestancia profesional y ética. El más reciente fue para mí luctuoso: The New Yorker, la mejor revista del mundo, acaba de publicar un reportaje intelectual y moralmente miserable sobre la Torre de David de Caracas, que hasta a Ismael García le daría vergüenza firmar. ¡Nada menos que The New Yorker!

La mentira es útil, naturalmente. Todos lo sabemos porque alguna vez, o muchas, hemos dicho mentiras de diversos calibres. La falsedad descamina, confunde, embauca, seduce, distrae y muchos efectos más. Es utilísima en la guerra, en la que, como es harto sabido, la primera víctima es la verdad. La mentira es, pues, servicial así en la paz como en la guerra.

Pero intentemos examinar otra repercusión tal vez peor, si cabe.

Cuando los medios mundiales se copian unos a otros la misma mentira, conforman lo que se ha llamado una matriz de opinión. Nótese cómo articulan los mismos epítetos sobre los mismos temas. Hablan de Cuba y siempre la asocian con algún hecho adverso, preferiblemente imaginario, lo que garantiza su enormidad. Casi nunca se la asocia con algún triunfo médico, algún desarrollo literario, pues según ellos nunca pasa nada bueno en Cuba.

Mucha gente de pensamiento, con razón, desea mantener su fundamental libertad de espíritu. Pues bien, ese albedrío es manipulado perversamente por los medios. Crean un campo de fuerza para extorsionar. Así, si osas acercarte a Cuba, Siria, Venezuela o a cualquier país satanizado, te obligan a marcar alguna mínima distancia para librarte de la acusación velada o abierta de docilidad ideológica, lo que descalificaría a cualquier intelectual.

Pero hay quienes van más allá de una mera declaración desvinculante de toda sospecha de comparsa. Llegan a desertar y retractarse de toda fidelidad a sus ideales originarios. Así, de crítica velada en crítica abierta, de desmarcaje en ruptura parcial acaban en ruptura total y definitiva, a menudo vocinglera.

Razones hubo para eso con el llamado socialismo real, desde los Juicios de Moscú hasta el genocidio del Jmer Rojo en Kampuchea Democrática, como el gobierno de Pol Pot llamó a Camboya. Esos antecedentes patibularios imponen un pasivo al socialismo que lo hace intransitable para mucha gente, sea que genuinamente quiera salvar su responsabilidad ante posibles desmanes, hasta quienes estaban impacientes por desertar y no encontraban la manera. Para ese chantaje también sirve el totalitarismo mediático.


Por Roberto Hernández Montoya