Los “3 consejos a los líderes del G20” que publicamos en este número de MAP son una perfecta ejemplificación del slogan del GEAB “Anticipar es prever para actuar”.
Estos son, en realidad, el fruto de 6 años de arduos trabajos sobre la crisis mundial llevados a cabo por el LEAP, trabajos que, gracias a su calidad y pertinencia, han encontrado una espontánea credibilidad y legitimidad en el mundo entero. Este reconocimiento le permitió al LEAP una intervención en la cumbre de Londres del 2009, con los consejos dirigidos a los líderes del G20, y que habían sido publicados con anterioridad en la Edición Internacional del Financial Times.
Hoy, probablemente, el Financial Times – al igual que cualquier medio de comunicación masiva- no sea el mejor soporte para que esas ideas encuentren la divulgación a la que aspiramos, es decir, su recepción en las altas esferas. Nuestras propias herramientas de difusión (GEAB, prensa escrita, MAP, circulación espontánea, etc…) resultan más pertinentes en la materia, permitiéndonos, además, llegar a cientos de miles de personas en todos los países y en diversas lenguas (además de las propias traducciones en 4 idiomas, nuestros textos son sistemática y espontáneamente traducidos en internet).
La difusión del mensaje a los líderes del G20 fue acompañada por una participación activa que consistió en encuentros sucesivos con los consejeros encargados de la cumbre de Cannes en las 20 capitales y en sus respectivas embajadas en Francia, estas últimas, particularmente implicadas en la instrucción de los temas a tratarse. De manera tal que los “3 consejos” que ahora les presentamos han transitado ampliamente en los círculos en los que se toman las de decisiones en los 20 países más importantes del planeta. Los intercambios han sido sumamente cordiales, las discusiones han sido altamente constructivas y sin hermetismos y nuestra participación, que podría haber aparecido como arrogante, ha sido perfectamente escuchada, comprendida e incluso acogida favorablemente.
Hemos tratado de ser muy claros en que la importancia de los consejos no reside en su carácter innovador (estas ideas fueron en realidad innovadoras en nuestro mensaje de 2009 en el Financial Times) . La idea, por ejemplo, de una canasta de monedas capaces de reemplazar al dólar como único pilar del sistema monetario internacional es formulada actualmente, y con cierta regularidad, por varios dirigentes. Sin embargo, estos propósitos no van más allá del ámbito de los debates oficiales de las cumbres internacionales. Desde un punto de vista diplomático no dejan de ser ideas tabú. El viejo sistema, encabezado por los anglosajones, opone resistencia e impide que estas cuestiones, centrales para la resolución de la actual crisis, sean debatidas. Mientras nuestros líderes se abstengan de abordarlas, la crisis se profundizará. La sola mención de las mismas desencadenaría, sin duda alguna, un círculo virtuoso que permitiría comenzar a resolver la crisis.
Estos 3 consejos y su difusión pretenden ser una contribución a la abolición del tabú dramático que bloquea actualmente toda esperanza de transición pacífica y constructiva, y que sumerge a nuestro planeta en el caos creciente en el que estamos viviendo.
Teníamos pocas esperanzas en que la situación pudiera desbloquearse durante el G20 de Cannes. Nicolás Sarkozy, días antes del comienzo de “su cumbre histórica”, dramatizaría la grave situación europea, reforzando la idea errónea y largamente aceptada de que el nudo del problema es la deuda de algunos países europeos. Un mal augurio para la pertinencia y la utilidad de los debates que tendrían lugar el 3 y 4 de noviembre.
Esperamos que este trabajo de sensibilización sobre las verdaderas causas de la crisis vaya abriéndose camino y ganando terreno hasta llegar a formar parte en los debates oficiales. Si tenemos en cuenta la próxima renovación de muchos de los dirigentes del G20 durante el año 2012, la oportunidad de cambio que esperamos podría presentarse a fines de ese mismo año o principios del 2013, durante la cumbre que reunirá, por primera vez, a esos nuevos dirigentes de los grandes países que conforman el G20 (Rusia, China, EEUU, Francia, probablemente Italia, Alemania,...). Alcanzaría con que algunos de ellos, representantes tanto de la zona Euro como del BRICS, hicieran declaraciones oficiales en este sentido, para que estas cuestiones fueran tratadas e integradas definitivamente al programa de discusiones.
En política, la palabra es acción, no lo olvidemos.